lunes, 20 de noviembre de 2017

Cuando el terror y el amor se casan: el gran Justin Cronin


Justin Cronin es un gusto adquirido. Por eso mi opinión (adicción) sobre la trilogía de El pasaje ha evolucionado exponencialmente. Sufrí mucho para leer el primer libro, aunque la psicología profunda y el alcance universal de este prodigioso relato me fascinaron ya entonces y juré que leería el segundo libro, Los doce.

Ahí fue cuando literalmente me volví loca por esta historia. ¡Tenía que leer La ciudad de los espejos a toda costa!

Y vaya final...

Extraordinario.

Híbrido entre The Strain y The Walking Dead,
aderezado con una buena dosis de talento literario.


¿Es posible erradicar el mal? Autores como Cronin se atreven al menos a explicar su origen, una hazaña ambigua que dota a este pedazo de libro de una cualidad casi poética y abre los ojos al lector a los espíritus atormentados que pueden causar ese mal.

Según Cronin y sus múltiples generaciones de personajes, el apocalipsis no tiene fin. Nos persigue, en este caso en forma de virus vampírico que ansía, y casi logra, extinguir a la humanidad. Nuevamente, en esta esperadísima conclusión tras El pasaje y Los doce, afrontamos un mundo nuevo que renace de sus explosivas cenizas con la esperanza de sobrevivir a las abominaciones sanguinarias de los virales.

Al autor se le ocurren diversas y maliciosas maneras de entretenernos con la posibilidad de que el peligro sigue al acecho. Personajes entrañables de las novelas anteriores compiten con nuevas incorporaciones por construir ese futuro feliz al estilo de pioneros de frontera, mientras secretos del pasado arrojan una luz inquietante sobre lo que creíamos saber sobre la destrucción del mundo.

De repente, en mitad de futuros posibles, asistimos a un paréntesis de anodina realidad y fulgurante éxito en la vida de una sola persona, como un diario o una confesión a la posteridad. Con este inciso, el autor crea un espejismo de normalidad, un guiño a lo humano que esconde tanta monstruosidad como los virus mortales y el apocalipsis final. Resulta un relato sumamente triste. Desolador. Por algo muy simple. La esperanza desparece.

Una gesta grandiosa, el padre de todos los monstruos, personajes con quienes te encariñas con miedo a perderlos en cualquier momento. Todo unido por la prosa detallista y psicológica del autor que debe pensar a menudo en el fin de los días.

A través de una red de secretos revelados, repoblación fronteriza y tensión gradual, se alcanza un clímax épico con 300 páginas de supervivencia al límite al más puro estilo de The Walking Dead.

Los capítulos, cortados en escenas rápidas como balas, distribuidos entre todos los personajes confieren un ritmo endiablado al devenir de la trama, gigantesca en tiempo y trascendencia histórica.

Salvaje y violenta, la recta final del libro es una odisea por la supervivencia, plagada de actos de agridulce belleza y terribles pérdidas. Este libro, y con él la trilogía al completo, se perfila como una gesta heroica, una de esas sagas que abarcan siglos y generaciones que le otorgan un marco de proporciones titánicas y una perspectiva tan reveladora como aterradora de lo que significa ser humano en peligro de extinción. Algo que, penosamente, estamos cerca de convertir en profecía.


Citas favoritas:
Puede que el mero hecho de estar vivo, de tener a alguien a quien amar y que le amaba a su vez, fuera suficiente.

Recuerdos imborrables que se iluminaban de vez en cuando en su conciencia.

La desaparición de esa mujer ardía en los ojos de su amigo como una larga mecha que busca su bomba.

Había aprendido que gran parte de la vida se reducía a tratar de reparar cosas irreparables.

El mundo es real y tú formas parte de él, una parte fugaz, pero una parte al fin y al cabo, y si tienes surte, y tal vez incluso si no la tienes, los actos que realizas por amor serán recordados.

Lo que cura el pesar son los demás.

Pero no basta, ¿verdad? Eso es lo malo. El pasado nunca es suficiente.

Detrás de cualquier odio hay siempre una historia de amor.

Yo era la flor negra de la especie humana, consagrada desde el principio de los tiempos a destruir un mundo que carecía de un dios que lo amase.

De pequeños errores nacen grandes catástrofes.

Era la primera vez que experimentaba el poder del lenguaje para intensificar la vida.

Yo, más que nadie, debería haber entendido el dolor que acarrea vivir en un mundo que no te acoge.

Cansado de esperar, cansado de pensar. Estoy cansado de mí mismo.

Hay un amor hecho de esperanza y hay otro hecho de dolor.

Algunas personas se las arreglan para hacerte la existencia más soportable.

Cuando algo deja huella, el pasado se niega a seguir siendo pasado. 

Es lo que dos personas deben ofrecerse: la historia de sí mismos. ¿Cómo, si no , podemos aspirar a ser reconocidos?

(y seguiría con unas docenas más, pero os concedo el indulto ;o) )



DATOS DE
 LA CIUDAD DE LOS ESPEJOS
Autor: Justin Cronin
Edición: Septiembre, 2017
Tapa flexible con solapas
The City of Mirrors,
2016, 760 págs.
Futurista, apocalíptico, drama, terror
23 pellizcos (€)


La trilogía de Justin Cronin es una absorbente mezcolanza de esperanza y desesperance, una epopeya de héroes mundanos, pulsante de acción cinematográfica, ciencia, religión, monstruos y amor. La vida en toda su arbitraria gloria.

Espero que algún día podáis disfrutarla tanto como yo :o) ¿O ya sois fans?

Babel sería una viral muy modosita.

4 comentarios:

Locas del romance dijo...

No sé porqué me has hecho recordar SOY LEYENDA el libro obviamente porque la peli....
Eso que mientras te leía me acordaba de esta obra por lo compleja que es la sociedad, la forma de actar y el trasfondo de un superviviente cuando la humanidad ya casi está extinta...
Voy a buscar este libro.
un bes❤

Margari dijo...

Si me vas a convencer para leer esta trilogía, me vas a convencer.
Besotes!!!

MyuMyu dijo...

¡Hola guapa!

Lo tengo pendiente y seguramente me ponga en breve con él.

¡Besos!

Paseando entre páginas dijo...

Sé que nos has hablado muy bien de la trilogía y veo que este último te ha gustado mucho...Pero no termino de verlo para mí, demasiado oscuro.

Un saludo,
Laura.